La MBU se basa en teorías y prácticas que provienen de las visiones holísticas occidentales, como el pensamiento de Samuel Hahnemann y Edward Bach; en el área de la psicología, profesa el punto de vista integrador de Carl Jung. También resulta de suma utilidad las herramientas de la Programación Neurolingüística (P. N. L). Además, integra las enseñanzas de las diferentes escuelas de medicinas bioenergéticas de las tradiciones orientales de pensamiento. Desde la herencia oriental, para el estudio de las personalidades se inspira en el eneagrama, un antiquísimo método sufí de autoconocimiento. De esta misma cultura toma también los conceptos de energía vital.

Este confluir de teorías y prácticas que fundamentan la MBU es dinámico; se actualiza periódicamente, producto de la continua investigación y de los estudios que realiza el doctor Bernardo Ferrando. Todas estas características hacen que sea un sistema científico abierto y en continua evolución.

Para trasmitir estas investigaciones y estudios, el doctor Ferrando creó una escuela de enseñanza de flores y hierbas bioenergéticas MBU. Con quienes allí se forman, organizó equipos de trabajo llevando adelante diferentes emprendimientos sociales. Uno de esos emprendimientos sociales, es llevado a cabo por terapeutas voluntarios, que brindan atención gratuita en centros de barrios vulnerables, en asociaciones civiles sin fines de lucro, u otras organizaciones, que atienden a poblaciones de esas características. En todas ellas, los terapeutas utilizan el sistema de las flores y hierbas del Uruguay exclusivamente.

Esta actividad ya tiene más de 25 años de implementación. Gracias a la experiencia y dedicación de sus pioneros, encabezados por el doctor Ferrando, hoy se ha logrado optimizar la gestión del terapeuta voluntario.

A su vez, es necesario apoyar y fortalecer los centros que hoy están funcionando, y difundir esta actividad para que otros barrios o comunidades de similares características, tengan la posibilidad de abrir su centro de atención.

Acompañar a través de un proceso terapéutico floral y de hierbas MBU a los integrantes de dichas comunidades. Este acompañamiento está orientado a que cada persona descubra sus potencialidades y limitaciones, apropiándose de recursos que le permitan enfrentar sus condiciones adversas, buscar soluciones alternativas y resolver creativamente las dificultades y conflictos que está viviendo.

Apoyar y fortalecer a los terapeutas voluntarios que hoy desempeñan estas funciones, e incrementar los lazos de integración entre ellos y de ellos y la comunidad.

Promover un análisis crítico y reflexivo según la realidad de cada lugar entre, la comunidad, los usuarios y los terapeutas, y que este análisis contribuya a mejorar la eficiencia y calidad de los servicios recibidos y brindados.

Lograr que los resultados obtenidos en los tratamientos en estas comunidades, retroalimente a la investigación en flores y hierbas que se realiza en Casa Verde.

Publicar en la página Web de Casa Verde esta experiencia, para que se difunda y lleguen más personas y comunidades a beneficiarse de este servicio.

Documentar las experiencias obtenidas en los actuales servicios, para que éstas permitan lograr una mayor eficiencia durante el proceso de apertura de un nuevo centro de atención.

El número de personas que puedan atenderse, dependerá de la cantidad de terapeutas que concurran, la extensión de su horario y la frecuencia con la que concurran.

Mantener un vínculo continuo con los servicios ya establecidos, para apoyar y promover su mantenimiento y desarrollo.

Una vez solicitado el servicio por el barrio o la organización, concurrir a la Comunidad para compartir el Proyecto y acordar su implementación.

Obtener el apoyo de las comunidades donde se va a implementar el servicio, para lograr los recursos económicos, locativos y organizativos necesarios, para su apertura y sostenimiento en el tiempo. Contarán con el apoyo y el asesoramiento de la coordinación de los servicios de Casa Verde. (En el caso de que la comunidad se encuentre en un alto grado de vulnerabilidad y pobreza, careciendo de los mínimos recursos económicos necesarios para su apertura, y no logra formas de resolverlo, el equipo de coordinación estudiará la situación y en tal caso se encargará de lograr los recursos económicos necesarios).

Disponer de colaboradores que faciliten la funcionalidad de la atención (abrir y cerrar el lugar, encargarse de la agenda de la consulta, un responsable que esteriliza los frascos utilizados, otros).

Contar con el apoyo de personas que vivan en el barrio, o pertenezcan a la comunidad, para que promuevan y difundan el proyecto. Son personas muy importantes que nutren de consultantes al centro, son llamados “referentes comunitarios”.

Tener un local (consultorio), para llevar a cabo las consultas, contando con un lugar seguro para guardar todo el material.

Disponer de la cantidad necesaria de terapeutas voluntarios para esa comunidad.