Cuando las personas meditan y cultivan emociones elevadas como el amor y la compasión, el campo energético humano se vuelve receptivo, influenciable y, al mismo tiempo, capaz de irradiar armonía, paz y sanación, extendiéndose como una onda benéfica hacia todo el planeta.
Meditar además de sanar al individuo, armoniza su entorno y colabora con la paz. Practicamos una sencilla técnica meditativa que busca estimular la energía del centro de energía o chakra del corazón y desde ahí equilibrar nuestro ser.
Meditar además de sanar al individuo, armoniza su entorno y colabora con la paz. Practicamos una sencilla técnica meditativa que busca estimular la energía del centro de energía o chakra del corazón y desde ahí equilibrar nuestro ser.
La Práctica
Primero, nos centramos en nuestra respiración.
luego llevamos la respiración al chakra del corazón y vamos repitiendo la palabra "AMOR" igual que si fuera un mantra, llevando nuestras manos al medio del pecho.
Buscamos que nuestra atención, nuestra energía y todo nuestro ser vibre en la frecuencia del amor. De esa manera, a través de la práctica meditativa, nuestras células corporales vibran en una frecuencia amorosa que es energía de sanación y de conciencia.
Primero, nos centramos en nuestra respiración.
luego llevamos la respiración al chakra del corazón y vamos repitiendo la palabra "AMOR" igual que si fuera un mantra, llevando nuestras manos al medio del pecho.
Buscamos que nuestra atención, nuestra energía y todo nuestro ser vibre en la frecuencia del amor. De esa manera, a través de la práctica meditativa, nuestras células corporales vibran en una frecuencia amorosa que es energía de sanación y de conciencia.